lunes, 21 de abril de 2014

RUBY SPARKS

De repente llega esta película y como la lluvia fina me cala sin darme cuenta y me sorprende por fresca y vivificante.
Es un cuentecito fantástico, donde un chico, Calvin, con problemas para encontrar a su chica ideal y para encontrar tema para su siguiente novela, se topa, de repente, con su chica ¿ideal? que a la vez va a ser su musa (Ruby), ella llega sin avisar y descoloca toda su realidad..
Calvin: "ella vino a mí inesperadamente, yo solo tuve la suerte de estar ahí para atraparla"

¿Por qué no podemos dejar de desear y nos frustramos cuando lo deseado no corresponde con lo que se desvela delante de nosotros? Podría ser porque una cosa es lo que idealizamos y deseamos y otra cosa es la realidad que vivimos...pero ¿y si una cosa no es tan distinta de la otra y es la segunda la que verdaderamente nos hipnotiza?¿y si solo tenemos que limpiarnos las gafas?
Calvin cree poder controlar y hacer a su voluntad a la chica que conoce porque cree que la crea, pero...¡¡¡Oh sorpresa-error!!!el amor no se puede controlar y cuánto más queremos intervenir en ello, peor. No hay nada de racional en el enamoramiento, los tópicos, lo cotidiano, lo práctico, lo ponemos nosotros, el amor es magia y en la magia no hay lógica ni razonamiento, o te bañas de ella o sale corriendo....
Soñamos con ser creadores-intervencionistas, también en esto, en las relaciones personales y terminamos sabiendo que queremos al otro como es o el otro se va....
Calvin: “lo siento por cada palabra que escribí para cambiarte. No pude verte cuando estabas ahí y ahora que te has ido, te veo en todas partes”

La pareja protagonista, Calvin y Ruby , no se parece en nada pero se salvan mutuamente de la gris cotidianidad, buscan sorprenderse para no caer en lo fácil porque lo fácil es lo que mata la magia.
Ruby: Soy un desastre
Calvin: Me encanta tu desastre

Los actores protagonistas Paul Dano (Calvin) y Zoe Kazan (Ruby) son maravillosos, él me encandiló con su mirada soñadora y su aire despistado y ella, tan chispeante y con esos ojitos azules que atraviesan a quien miran.
El guión de Zoe Kazan, la protagonista, está escrito con frescura y encanto y los directores, Jonathan Dayton y Valerie Faris, que ya nos sorprendieron con Pequeña miss Sunshine, vuelven a hacerlo con esta delicia de comedia romántica, dejándonos uno de los finales más bonitos que últimamente haya visto, prometo no contártelo....